A
finales de 2013, se estrenó en nuestro país una de las últimas películas de
Disney: Frozen: El reino de hielo, basada en el cuento La
Reina de las Nieves de Hans
Christian Andersen. Ha sido galardonada con un Oscar a la Mejor Película Animada y otro a la Mejor Canción Original por Let
it go entre otros muchos premios.
La
historia se centra en la figura de Elsa,
princesa (y luego reina) del reino de Arendelle,
que nació con el poder de crear hielo y nieve. Salvo por ese detalle, tuvo una
infancia muy feliz, hasta que hirió por accidente a su hermana pequeña, Anna. Por suerte, unos trolls consiguieron curar a Anna, pero Elsa se vio obligada a esconder su extraño poder hasta que pudiera
controlarlo. Así fue como Elsa se
aisló y Anna creció sin una hermana
con la que jugar y sintiéndose sola. Por si ya fuera bastante triste ver cómo
dos hermanas, inseparables hasta el accidente, se van distanciando poco a poco,
sus padres deciden hacer un viaje en barco y se hunden a causa de una tormenta.
Unos años después, Elsa es coronada reina y Anna se enamora de un chico, Hans. Anna está tan entusiasmada con la idea de haber encontrado el amor que, ni corta ni perezosa, se planta ante Elsa y le pide su bendición. Elsa se bloquea y empieza a ponerse nerviosa, de tal modo que sus poderes salen a la luz. Varios invitados la consideran un monstruo y una bruja e intentan detenerla, pero Elsa hiela el fiordo y lo cruza dirección al bosque. Desgraciadamente se le va la mano y lo congela entero. Anna, preocupada por su hermana, delega el gobierno de Arendelle en Hans y parte en busca de Elsa.
Unos años después, Elsa es coronada reina y Anna se enamora de un chico, Hans. Anna está tan entusiasmada con la idea de haber encontrado el amor que, ni corta ni perezosa, se planta ante Elsa y le pide su bendición. Elsa se bloquea y empieza a ponerse nerviosa, de tal modo que sus poderes salen a la luz. Varios invitados la consideran un monstruo y una bruja e intentan detenerla, pero Elsa hiela el fiordo y lo cruza dirección al bosque. Desgraciadamente se le va la mano y lo congela entero. Anna, preocupada por su hermana, delega el gobierno de Arendelle en Hans y parte en busca de Elsa.
Por
el camino, Anna conoce a un
comerciante de hielo, Kristoff, y a
su inseparable reno, Sven, quienes
la acompañan a buscar a Elsa. Más adelante
se les unirá Olaff, un muñeco de
nieve creado por Elsa, quien sin
querer le ha dado vida. Juntos parten hacia el castillo de hielo que Elsa ha construido en la Montaña del Norte con la esperanza de
que ella y Anna hagan las paces y Elsa vuelva y descongele el fiordo. No
obstante, una vez se encuentran las hermanas, Elsa vuelve a herir accidentalmente a Anna, sólo que en esta ocasión Anna
corre el riesgo de convertirse en una estatua
de hielo para siempre.
En mi opinión, Frozen es una película bastante original puesto que es la segunda película Disney (después de Lilo & Stitch) en la que se da más importancia al amor entre hermanas que al amor entre una princesa y un príncipe. También es original en cuanto a que no deja claro quién es la protagonista porque, vale, quien tiene el poder y se ve obligada a huir es Elsa, pero quien vive la aventura y se enamora es Anna. Además en Frozen, a diferencia de en otras películas Disney, desconocemos quien es el malo hasta el final. Bueno, puede que se cantee un poco, pero no es como en La Sirenita, en Aladdin o en Hércules donde se sabe prácticamente desde el primer minuto que Úrsula, Jafar y Hades son los malos. Además es una película muy actual, sólo hace falta pensar en ese “turbio” que en dicho momento suelta el Duque de Weselton, o en la propia Anna que, en contraste con las perfectas princesas Disney, es patosa, dormilona y un poco bruta.
No
obstante, Frozen no es perfecta
ni mucho menos, tiene sus cosas. Una de ellas que, personalmente no me ha
gustado, ha sido la abundancia de escenas que no pintan nada, como por ejemplo
la escena de los recolectores de hielo o la canción de los trolls sobre Kristoff.
Al menos la escena de los recolectores puedo entender que sirve para introducir
a Kristoff y a Sven en la historia, pero a la otra no le veo sentido alguno,
simplemente sirve para meter una canción. Y por otro lado, también está el tema
de las canciones. Además de que las meten cada muy poco tiempo, Frozen
peca de lo mismo que han pecado las últimas películas de Disney (Enredados o Tiana y el Sapo son dos claros
ejemplos) y es que, quitando Let it go, Do you want to build a
snowman? y, si me apuras, For the first time in forever, el
resto son flojillas. Les falta algo para llegar a ser de las grandes de Disney,
pero tampoco podemos quitarles mérito a las tres mencionadas porque son brutales.
Finalmente señalar que había gente que se quejaba por el 3D, pero yo creo que
eso es lo de menos. A ver, a mí también me gustaría que Disney volviera a lo
clásico, pero el 3D nos ha dado películas muy buenas como Enredados, Up
e incluso la mismísima Frozen, una película que desde luego
recomiendo ver a todo aquél al que le guste Disney.



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